Las mil y una historias de Ênio Bozzano

Enio Bozzano, uno de los grandes nombres del póker brasileño, tiene en su cuenta no solo partidos y torneos de este juego, sino mil y una historias sobre su vida profesional y sus intereses deportivos.

El interés general por los deportes

Originario de la ciudad de Blumenau (Brasil), aun siendo niño, Enio mostró una característica especial: el gusto por la adrenalina. Afortunadamente, fue criado por padres conscientes de que tenían que hacer algo con eso. Entonces, cuando aún era pequeño, comenzó a probar diferentes actividades extracurriculares y, sobre todo, los deportes. La acumulación de energías, las ganas de probar cosas nuevas y la personalidad competitiva llevaron a ese chico por diferentes caminos, pero todo terminó en el éxito con el póker.

Entre las diversas alternativas de gasto de energía que encontró el padre de Enio, estaban las opciones típicas, como el fútbol, ​​pero también practicó tenis y judo. Todo era parte de su plan para encontrar lo que mejor se adaptara a su personalidad. Sin embargo, estas no fueron las opciones que marcaron su destino. Lo que puede considerarse como el puntapié determinante fue el ajedrez.

Ênio y el ajedrez

Hoy, el propio Enio reconoce: se convirtió en el jugador de póker que es actualmente gracias al ajedrez. No practicaba esta actividad como algo más, como un eterno aficionado. Estudió, se entrenó, se graduó con el paso del tiempo y llegó a jugar profesionalmente. Encontró en el ajedrez, en el razonamiento requerido, en la disciplina marcada, en la capacidad de concentración y en las reglas su verdadero espejo.

Con el tiempo, estudió para ser árbitro de ajedrez, todo en tiempos acelerados, acortando plazos y creciendo de manera constante. Fue en ese momento que descubrió que el póker podía satisfacer sus ansias de competir y ganar de la misma forma. Ese fue solo el comienzo de un camino de conquistas que llegó después.

Finalmente, llegó el póker

Aún viviendo del ajedrez, Bozzano descubrió el póker, invitado por un grupo de amigos. Le pareció interesante y esta invitación se convirtió en una costumbre de todos los jueves. Como no podía ser de otra manera, comenzó a estudiar las reglas y técnicas del póker, se dedicó a visitar sitios de noticias de póker y, poco a poco, se fue convenciendo de que era la mejor manera de incrementar sus ingresos y así dedicar su vida profesional a esto.

Empezaron las inversiones, fue a un primer torneo internacional en Paraguay, ganó lo que se propuso como meta y las ideas de crecimiento y evolución no se detenían en su mente. Como buen emprendedor, organizó torneos en Blumenau y ciudades cercanas, y creó un grupo de jugadores que sumó 50 miembros. El resultado: creó su club de póker en un local propio. Así, varios observaron su iniciativa y lo imitaron, lo que causó que se abrieran muchos clubes del tipo en la región sur de Brasil.

Además de los premios y la buena cantidad de dinero que ha ganado ya, Enio es muy importante en el ambiente por haber hecho tanto por el póker en Brasil, siendo uno de los inventores de Masterminds. Brasil siempre estará en deuda con él.

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